Mensaje para Emiliano García-Page: vamos a ver, prenda… si consideras que el PSOE ‘está en el extrarradio de la Constitución’, es decir, en la ilegalidad, ¿a qué esperas para darte de baja?
La pregunta es relevante, porque asistimos de nuevo a la ceremonia de la confusión socialista y es necesario desenmascarar al farsante.
Page está colocado en el PSOE desde los 14 años y tiene ya 55.
Y ha sido de todo, desde concejal a alcalde pasando por senador hasta llegar a presidente autonómico, primero a la sombra del millonario Bono, después de Rubalcaba y más tarde de los felones Zapatero y Sánchez.
Lleva el paisano cuatro décadas disfrutando de sillón oficial, unas veces con sus votos y otras arropado por los de izquierda Unida o Podemos, porque el tipo es un ‘corcho político’ diseñado para flotar.
Como es suavón, dice cosas razonables, enarbola sin rubor la bandera de España y cuenta a su favor con el ‘masaje’ de casi todos los periodistas y ahí incluyo desde la COPE al ABC, medios que engrasa publicitariamente, se ha convertido Emiliano en la perenne ‘esperanza’ de ese apardillado centroderecha que todavía se traga que existe un PSOE honorable, capaz de plantarse contra el sanchismo y de devolver al partido a la lealtad constitucional.
Tras ver a su jefe Sánchez y a los subalternos Lopez, Puente y Bolaños lanzarse de cabeza por la senda del ‘terrorismo bueno’, Page se permitió este miércoles una de sus cabriolas y acusó a su partido de estar ‘en el extrarradio de la Constitución’.
Aderezó la pirueta musitando en el oído de tres presidentes autonómicos del PP, con quienes coincidió en Fitur, que Sánchez está a punto de extraditarlo, porque en el PSOE ‘echan a quien se opone’.
No creo que Mazón, López Miras y Moreno se hayan tragado la ‘píldora’. Nosotros tampoco, aunque el macarra Puente la haya dorado denostando a su camarada por ‘jugar con el enemigo’.
Emiliano, que además de presidente de Castilla-La Mancha es secretario del PSOE regional, podría convencer a algunos de los ocho diputados socialistas manchegos para que voten contra Sánchez en el Congreso y fuercen su caída.
Podría salir en ‘prime time’ en televisión y exigir la dimisión del presidente traidor.
Podría hacer muchas cosas y no hará nada, porque todos sus gestos sólo tienen como objetivo afianzar su imagen de moderado y seguir chupando del frasco.
Seamos serios. No hay un PSOE ‘bueno’ y con la corta y engañosa excepción de unos años con Felipe González, nunca lo ha habido.
Ni en los años ‘treinta’, cuando pegaban golpes de estado y gestionaba la tortura en las checas, ni ahora.
El germen del mal, en España, con Page o sin él, es este PSOE infame y amoral que pacta con los carniceros etarras y se abraza a los golpistas catalanes.
¡Hay que echarlos o nos comen!