Un nuevo estudio sugiere que cada transacción de Bitcoin consume agua suficiente para llenar una piscina.
Esto es aproximadamente seis millones de veces más agua que una transacción típica con tarjeta de crédito.
El importante consumo de agua se atribuye a las necesidades de energía y refrigeración de los ordenadores de todo el mundo que soportan la red Bitcoin.
En 2021, se estima que Bitcoin habrá consumido casi 1.600 billones de litros de agua, y una energía comparable a la de todo el país de Polonia.
El estudio predice que esta cifra podría superar los 2.200 billones de litros en 2023, según cifras de la Universidad de Cambridge.
El estudio sostiene que la minería de Bitcoin podría optimizarse para reducir el uso de agua.
Algunos sugieren un cambio en el sistema proof-of-work, similar al cambio de Ethereum a proof-of-stake, para reducir el consumo de agua.
Sin embargo, implementar estos cambios en Bitcoin puede resultar complicado debido a su naturaleza descentralizada.