Los fabricantes de vehículos han sabido aprovechar las vicisitudes en contra que han vivido desde que comenzó la pandemia. Tras el cierre de las fábricas, la consiguiente falta de semiconductores y las consecuencias derivadas de la guerra de Ucrania, los fabricantes europeos llevaron a cabo un incremento sustancial del precio de sus modelos más básicos.
Tan es así, que este incremento casi es el doble de la tasa de inflación acumulada desde 2019. Así, el precio medio de los modelos de acceso de algunos grupos automovilísticos se ha incrementado un 41% desde hace cuatro años, mientras que la inflación acumulada desde entonces se sitúa en el 21%.