Es el secreto mejor guardado.
Pero, qué duda cabe, se contradice con su tan cacareada transparencia, esa de la que tanto presumen, pero que a la hora de la verdad olvidan de manera permanente en un cajón bajo siete llaves.
Falta justo un mes para que a Pedro Sánchez se le agote el plazo para presentarse a la investidura. Si el 27 de noviembre de 2023 no ha conseguido renovar su cargo al frente del Palacio de La Moncloa, a los españoles les tocará volver a las urnas el 14 de enero de 2024.
La cuestión es que a día de hoy, 27 de octubre de 2023, los socialistas solo tienen garantizado el sí de Sumar y de EH Bildu, pero les faltan apoyos para poder salir victoriosos de la sesión de investidura.
La clave de bóveda está cifrada especialmente en lo que decida la formación teledirigida desde Waterloo por Carles Puigdemont. Los siete escaños de Juntos por Cataluña son decisivos para que Sánchez pueda seguir cuatro años más en la presidencia del Ejecutivo. Sin ellos, de nada le vale poder recabar un apoyo que se da por hecho del PNV y de ERC.
Y se sabe de buena tinta que Pedro Sánchez ha ordenado intensificar las negociaciones con el núcleo duro de los nacional-separatistas catalanes para que estos finalmente respalden a un Gobierno de PSOE y Sumar.
El problema es que nadie sabe qué se está poniendo sobre la mesa en esos encuentros ni tampoco quiénes son los interlocutores, cuestión esta que preocupa sobremanera a la prensa que, acto tras acto, pregunta sobre el particular y la respuesta que siempre se encuentra es la del silencio más aterrador o, directamente, ni se permiten plantear interrogantes a los medios de comunicación.
Esta actitud hizo estallar de lo lindo a Juan del Val en 'El Hormiguero' (Antena 3) en la noche del 26 de octubre de 2023 aunque también 'entendió' las razones que llevan al gabinete sanchista y a su socia preferente, Yolanda Díaz, a callar ante la pregunta más comprometida con la que se topan invariablemente en cada rueda de prensa:
No contestan preguntas porque no las pueden contestar. Por eso no las admiten, porque hay preguntas que no pueden contestar. ¿Quién es vuestro interlocutor en esta negociación con Junts? ¿Me lo puedes contestar o no? Porque no han desmentido si es Puigdemont, si no lo es, si es Gonzalo Boye, que es un tipo que tiene una condena por secuestro. ¿Es este su interlocutor o no a la hora de negociar la amnistía? ¿Puedes contestar esto? No, por lo tanto no admito preguntas.