El corcho de San Vicente de Alcántara, en Badajoz, se ha convertido en una alternativa a las bolas de caucho, utilizadas hasta ahora en los campos de fútbol de césped artificial. Un planteamiento que cobra "más relevancia" después de conocer que la Comisión Europea ha hecho pública la prohibición de los campos de fútbol con caucho en su base a partir de 2030.