Con el frío, nuestras plantas de jardín tienen que enfrentarse a un reto: sobrevivir al clima invernal.
Llevarlas al interior tiene varias ventajas, como llenar huecos y dar color a nuestros hogares.
Para ello, hay que seguir unos pasos, empezando por elegir el sitio adecuado.
Es importante que las plantas reciban luz solar y estén a una temperatura entre 18 y 30 grados.
Luego, hay que deshacerse de las plagas bañando las plantas boca abajo en aceite de neem y jabón de Castilla.
También es posible que las plantas hayan crecido y necesiten una maceta más grande o un recorte.
Por último, hay que recortar las hojas muertas y reducir la comida y el agua, ya que la planta crece más despacio con menos luz.