Las hojas caídas son un elemento natural del otoño, pero a menudo las personas sienten la necesidad de rastrillarlas para mantener su jardín limpio.
Sin embargo, los expertos recomiendan no hacerlo por varias razones:
Los restos de hojas pueden servir de alimento y refugio a insectos, pájaros y mamíferos. Los animales hibernantes, utilizan las hojas para crear nidos y protegerse del frío.
Los pájaros, como los petirrojos y los gorriones, también se alimentan de lombrices que se encuentran debajo de las hojas.
Dejar las hojas amontonadas puede ayudar a mejorar la calidad del suelo.
Las hojas se descomponen y aportan nutrientes al suelo, lo que ayuda a las plantas a crecer.
Evita encender hogueras en tu jardín. Nunca se sabe, juntar todos los restos del jardín podría interrumpir el escondite de un erizo.