La hidratación es esencial para el rendimiento deportivo. Cuando entrenamos o hacemos ejercicio, perdemos agua a través del sudor, la respiración y la orina.
Esta pérdida de agua puede provocar deshidratación, lo que puede afectar a nuestro rendimiento, causar fatiga y aumentar el riesgo de lesiones.
Si tienes sed, es una señal de que ya está deshidratado. Bebe agua antes de que tener sed para evitar la deshidratación.
Durante el entrenamiento, debes beber pequeñas cantidades de agua con frecuencia. Después del entrenamiento, debes beber más agua para reponer toda la que has perdido.
Si has hecho ejercicio intenso o por un período prolongado, puede que necesites una bebida deportiva para reponer electrolitos y otros minerales.
Las proteínas ayudan a reparar el daño muscular causado por el ejercicio, por lo que tomar un batido puede ser buena opción.
Además, los alimentos saludables proporcionan energía y nutrientes que su cuerpo necesita para recuperarse del ejercicio.