Desde el comienzo de su desarrollo, muchos se dedicaron a comparar Lies of P con Bloodborne. Un paralelismo con el que sus desarrolladores y editores se han sentido siempre muy cómodos. Y es que el videojuego protagonizado por Pinocho y sus mentiras bebe muy claramente de la obra de Hidetaka Miyazaki en todos los sentidos, y se convierte en un Soulslike con algunos problemas claros y fáciles de identificar (más allá de su falta de originalidad) pero también en un videojuego hermoso y desafiante que agradará a los más fans del género.