Harto.
El aventurero Frank Cuesta está harto de ese feminismo que se ha cargado por completo el mayor éxito del deporte femenino español como fue el ganar el Mundial de fútbol de Australia y Nueva Zelanda.
Y todo a cuenta del 'piquito' de Luis Rubiales, el presidente suspendido de la Real Federación Española de Fútbol, a Jenni Hermoso.
Al herpetólogo no le cabe la menor duda de que Jenni Hermoso acabará dentro del organismo federativo con un puesto como directiva o incluso, si es capaz de seguir echándole hilo a la cometa, tener cabida en la esfera política:
Las cosas están bastante jodidas ahora mismo en España. A mí me afectan muchas cosas y esto del fútbol me afecta por tema de familia directamente. El caso este de Jenni, la del beso, y Rubi, el mafioso, se está llevando todas las portadas, cosa que es muy curiosa. Seguramente esta mujer terminará como directiva en la Federación o con un puesto político.
Cuesta considera que se le están dando a temas como el de Rubiales y Jenni Hermoso o al del crimen cometido por Daniel Sancho una relevancia tal que están tapando auténticos tsunamis que están a la vuelta de la esquina:
Lo que estamos viendo es como en España se está imponiendo la hipocresía más grande. Nos están metiendo este tema, nos están metiendo lo de Daniel Sancho y realmente hay problemas mucho más grandes. Es decir, mucha gente no lo sabe, pero para Navidades Europa va a tener unos problemas de dinero gravísimos, lo cual quiere decir que España va a tener problemas gravísimos.
El aventurero también aprovecha para darle caña a Pablo Iglesias por desmerecer el éxito del ya exseleccionador nacional de fútbol femenino, Jorge Vilda:
Hoy decían en el programa de Canal Red decían que el entrenador de España no era buen entrenador de fútbol y que por eso lo han destituido. Es decir, que un entrenador que ha cogido a jugadoras suplentes y ha hecho un equipo campeón del Mundo no era un buen técnico y se reían de él. Se reía Pablo Iglesias y que se ría él, al cual le dio una patada en el culo una mujer, manda cojones.
Finalmente, Frank Cuesta vuelve a poner en tela de juicio ese feminismo que es capaz de tirar por la borda los éxitos de una Selección femenina con tal de imponer su sectarismo ideológico:
El feminismo no quiere balances, sino que lo que quiere es destruir al hombre. A mí me importan una mierda todas estas locas, todas estas cornudas, todas estas gordas, feas, asquerosas y amargadas. Los chavales tienen miedo, cada vez más miedo, y la gente va a tener más miedo. A ver quién cojones de entrenador coge la Selección Española o un equipo cuando han cogido ahora tanta fuerza las agrupaciones estas de jugadoras. A mí las campeonas del Mundo me parecen, no una banda de retrasadas, gente que no saben lo que han hecho, de cobardes.