La accesibilidad y sencillez del running lo convierten en una buena opción de ejercicio para todo el mundo.
Descubre cuatro beneficios que tiene correr según la ciencia:
Mejora la salud cardiovascular.
Al correr, el corazón y los pulmones se adaptan a la exigencia, haciéndose más fuertes y eficientes.
Esto se traduce en un mayor flujo sanguíneo y suministro de oxígeno a los músculos, lo que permite correr más rápido con el paso del tiempo.
Huesos más fuertes.
El estrés al que se someten los huesos durante la carrera desencadena adaptaciones que conducen a un mayor depósito de minerales y a unos huesos más fuertes.
Además, aumenta la producción de hormonas que fortalecen los huesos, lo que reduce la degradación de las células óseas y minimiza el riesgo de fracturas.
Reduce el estrés.
Correr provoca una disminución del cortisol, la hormona del estrés, favoreciendo la relajación y la sensación de bienestar.
El movimiento y el aire fresco contribuyen a un estado de paz mental.
Mejora el estado de ánimo.
Tu cuerpo reacciona al running con un subidón de endorfinas que mejora el estado de ánimo después de una larga carrera.
Esta euforia hace que te sientas realizado y preparado para afrontar los retos con una actitud positiva.