El mes de junio de 2007 pondría en vilo a todo un país, la charrería y la mexicanidad se ponían alerta implorando la pronta recuperación del ídolo Antonio Aguilar, El Charro de México.
El cantautor había sido internado por una fuerte infección pulmonar. A sus 88 años, ya contaba con una operación de marcapasos y al haber llegado al hospital en muy malas condiciones, de inmediato se la propició un tratamiento intenso y se lo intubó para ayudar a sus pulmones, para que Antonio pueda respirar.
14 días estuvo internado luchando contra la infección pulmonar que derivó en un cuadro de grave neumonía. 14 días se acercaron al Médica Sur, en la Ciudad de México, muchos y muchas fans con flores y pancartas de aliento para el hombre que conquistó un país.
Con más de 160 discos y más de 25 millones de ventas, era la viva voz de las rancheras tan características de ese orgullo llamado la mexicanidad. Pero no solo fue un gran cantautor, también su imagen y prestancia recorrió Latinoamérica con más de 170 películas entre cuatro décadas, donde dio vida a personajes que identificaban al charro alegre y cómico, pero también encarnó a figuras históricas y revolucionarias como Pancho Villa y Emiliano Zapata.