La semana -y el mes de julio, en realidad- va a acabar con un contraste. Esa es la idea central que explica nuestro país ahora mismo: el contraste entre una economía que tiene datos que nunca había tenido en un país al que las elecciones han paralizado políticamente. Un mes, por cierto, que ha sido el más caluroso desde que hay registros. Y es que hemos entrado en la "era de la ebullición global", como dice el secretario general de la ONU.