La UE ha aprobado una nueva ley que busca mejorar la infraestructura de recarga de vehículos eléctricos en las principales autopistas europeas.
Para finales de 2025, instalarán estaciones de carga rápida cada 60 km con una potencia mínima de 150 kW.
Esto reducirá la preocupación de los conductores por la autonomía de su vehículo eléctrico.
Además, la ley garantiza opciones de pago sencillas y sin necesidad de suscripciones.
Para el 31 de diciembre de 2025, las estaciones de carga en las carreteras principales tendrán una potencia total de al menos 400 kW.
Y para el 31 de diciembre de 2027 será de 600 kW como mínimo. Esta medida forma parte del plan 'Fit for 55' para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero generadas.