Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, casi la mitad de población de más de 30 años de Estados Unidos, tiene problemas en sus encías. Estos problemas normalmente no muestran síntomas claros y pasan desapercibidos hasta que están en una etapa avanzada. Son un riesgo para la salud de tu boca y pueden aumentar la posibilidad de tener otros problemas como demencia, diabetes y enfermedades del corazón. La fase inicial de este problema se llama gingivitis y se produce cuando las encías se inflaman por culpa de la placa bacteriana. La gingivitis se puede diagnosticar midiendo el espacio entre las encías y los dientes. Si el espacio es más grande de lo habitual, puede que tengas gingivitis. Esta puede causar dientes torcidos, encías retraídas, sensibilidad en las encías o mal aliento. Fumar, tener diabetes o tomar ciertos medicamentos aumentan el riesgo de padecer esta enfermedad en tu boca. Es importante mantener las encías saludables: cepillar tus dientes dos veces al día, usar hilo dental una vez al día y hacer limpiezas dentales cada seis meses. Aunque mantener una buena higiene bucal ayuda a prevenir problemas en tu boca, a veces es necesario recibir una limpieza profesional y tomar antibióticos.