Aunque los locatarios del mercado San Juan de Dios consiguieron que las autoridades realizarán el desazolve de las montañas de basura que se ubicaban en el descargadero de la primera planta, sostienen que no existe un plan para mantener aseado el lugar, ya que el administrador del inmueble no mantiene cercanía con los cientos de comerciantes que ahí
comercializan su mercancía.