El PP vuelve al Gobierno de la Generalitat Valenciana tras un legado marcado por la corrupción (Trama Gürtel, Brugal, Terra Mítica, Valmor, Imelsa, Rabassa o Emarsa).
El Partido Popular gobernó la región durante dos décadas empañadas por los pelotazos, los sobrecostes y las redes clientelares.
El PP no solo controlaba la comunidad, también la ciudad de Valencia y las diputaciones.
Cuando llegó el Gobierno del Botànic, del PSOE y Compromís en 2018, el nuevo Gabinete tuvo que hacer frente a una deuda de más de 5.400 millones de euros.
La comunidad se había sumergido en una espiral de sobrecostes. Ejemplo de ello son los 1.000 millones despilfarrados en la Feria de València o los 1.300 millones dilapidados en la Radiotelevisión Valenciana (RTVV).
Además, 130 cargos del PP valenciano llegaron a estar envueltos en causas judiciales. Casi todos los presidentes populares han estado bajo la sombra de la corrupción.