Gestos para ofender o molestar

Las palabras no son las únicas formas que tiene una persona para ofender. Con los gestos, sin decir una sola palabra, se puede insultar, molestar y ofender. Aunque no todos los gestos tienen el mismo significado en todas las partes del mundo.

La mayoría de las veces los gestos se hacen de forma voluntaria. Pero hay algunos gestos, sobre todo los que se hacen con la cara, que se pueden hacer de forma involuntaria -una cara de asco, una mirada lasciva, etcétera-.

Uno de los agravantes que pueden añadir más 'daño' a los gestos que ofenden o molestan, son hacerlos en público. Cuando se insulta o se humilla en público, el daño que se hace es mucho mayor.

Cuidado con las interpretaciones de los gestos

Las diferencias culturales pueden ser un factor importante a la hora de "interpretar" un mal gesto. Por ejemplo, en los países árabes enseñar la suela del zapato es un gesto ofensivo. También el contexto es importante para diferenciar un insulto de una broma.

A un insulto no se debería responder con otro insulto porque solo haría que generar más incomodidad y malestar tanto en las personas que se insultan como en sus acompañantes.

El contexto en el que se realiza un gesto es importante. También es importante la interpretación que puede hacerse de un gesto. Entre amigos puede ser un gesto de broma, pero en otros contextos o ámbitos ese mismo gesto puede ser molesto u ofensivo.

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Teresa Baró, colaboradora del programa de RTVE "Para todos la 2" nos explica de una forma muy amena los principales gestos insultantes.

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