Al menos 8 personas han muerto y más de 13,000 habitantes han sido evacuados tras las graves inundaciones que han arrasado enteras localidades de la región de Emilia Romaña, en el noreste de Italia, en lo que el presidente regional, Stefano Bonaccini, aseguró que ha sido "como un nuevo terremoto" en referencia al que se abatió sobre la zona a finales de 2012.