El Gobierno financiará la construcción de las desaladoras de la Axarquía, en Málaga, y Almería, que contemplan una inversión de 200 millones, y para reducir la presión sobre los acuíferos del Parque Nacional de Doñana sustituirá los bombeos de aguas subterráneas que abastecen el núcleo costero de Matalascañas por aguas superficiales.