El 9 de mayo de 1992, un Clemente Argentino Fernández de Oliveira repleto con 12.000 almas, presenció la obra maestra del visitante ilustre de aquella jornada. Diego Armando Maradona había llegado a Posadas para visitar la unidad de pediatría del Hospital Ramón Madariaga y jugar un partido a beneficio del nosocomio.