Según la inteligencia británica, Moscú está acelerando la "rusificación" de los territorios ocupados por Rusia en Ucrania.
Para ello, las fuerzas rusas están obligando a la población a aceptar pasaportes rusos.
Los residentes de la provincia de Kherson han sido advertidos de que aquellos que no acepten pasaportes rusos antes del 1 de junio de 2023 serán "deportados" y sus propiedades confiscadas.
El principal objetivo de esta integración burocrática es presentar la invasión como un éxito, especialmente de cara a las elecciones presidenciales rusas de 2024.
Tras un falso referéndum, Rusia se anexionó los territorios ucranianos parcialmente ocupados de Zaporizhzhya, Kherson, Donetsk y Luhansk.