Japón registró en 2022 el menor número de nacimientos de su historia, con sólo 799.728 bebés nacidos, un 5,1% menos que en 2021.
La cifra es la más baja de recién nacidos registrada en Japón desde que el país comenzó a llevar registros.
Por el contrario, las muertes en el país aumentaron un 8,9% hasta 1,5 millones en 2021, lo que subraya los retos demográficos de Japón.
La falta de nacimientos significa que Japón tendrá una mano de obra más pequeña y menos contribuyentes para sostener la tercera economía más grande del mundo.
El creciente coste del cuidado de sus ancianos está agotando las reservas de efectivo de la nación, contribuyendo a convertirla en el país más endeudado del mundo.
Reconocemos que el descenso de la natalidad es una situación crítica, Yoshihiko Isozaki, Subsecretario Jefe del Gabinete.
Los vecinos de Japón, Corea del Sur y China, se enfrentan a problemas similares.