Nueva demostración de que Pedro Sánchez está de rodillas ante los independentistas.
Durante la sesión de Control al Gobierno en el Congreso de los Diputados del miércoles 8 de febrero, Gabriel Rufián exigió explicaciones a Pedro Sánchez sobre los delitos que supuestamente perseguía el agente de la Policía Nacional que estuvo infiltrado durante tres años en movimientos sociales de Barcelona.
El portavoz de ERC recordó al presidente del Gobierno que los delitos que justifican una infiltración policial según la Ley de Enjuiciamiento Criminal son "terrorismo, secuestro, trata, venta de explosivos, venta de material nuclear, prostitución y tráfico de drogas". Por lo que le ha preguntado cuáles eran los delitos de la lista que se perseguían al infiltrar al agente.
Al saber que tiene al líder del PSOE en su bolsillo, Rufián elevaba el tono aún más: “¿Dónde está su límite moral? ¿Donde está su límite ético?".
“Esto ya no es una amenaza hacia las libertades políticas y ideológicas, si no también según parece hacia las sexuales", aseguró el separatista. Finalmente, terminó su intervención dando un consejo al Gobierno: "La próxima vez que quieran infiltrar a alguien en una organización criminal, les doy ideas: Partido Popular, Fundación Francisco Franco o Zarzuela".
A pesar de que se esperaba una defensa de Sánchez a la Monarquía, el socialista optó por acobardarse y guardar silencio sobre ese tema. De ahí que prefirió volver a extenderle la mano al independentista para evitar que tambalee su permanencia en Moncloa: "Sigamos dialogando", le ofreció a pesar de los exabruptos del separatista.
El presidente del Gobierno se ocultó en su discurso prefabricado, donde aseguró que las palabras de Rufián “me permite defender el buen trabajo y la buena labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”. Además, buscó sacar pecho al asegurar que España ha mejorado en el ranking de Index Democracy, que mide la calidad democrática mundial: “Hemos escalado posiciones” .
Eso sí, ni ‘mu’ para desmentir las acusaciones contra la Monarquía, lo que le convierte en un cómplice de las palabras del portavoz de ERC.