El mes de febrero arranca con un mal augurio para los inquilinos: mayores aumentos para los contratos de alquiler. En concreto, quienes hayan firmado su contrato de alquiler después de mediados del 2020 cuando se sancionó la nueva Ley de Alquileres y tienen la actualización anual en base al ICL registrarán aumentos del 85,88%. Esta actualización se da por única vez, es decir, que aumenta una vez al año y el precio se mantiene por doce meses; pero es una suba muy alta que afecta al bolsillo de los trabajadores.
LT