Crisis migratoria en Europa: el tema de ‘Human Flow’, el nuevo trabajo de Ai Weiwei. Un viaje a los entresijos de una película rodada en su exilio europeo.
Ai Weiwei: ¿un crítico incómodo o uno de los artistas más geniales de nuestro tiempo? La persecución y el arresto domiciliario que sufrió en China, lo llevaron a que desde 2015 viva en Berlín. Desde aquí mantiene su actitud crítica, denunciando a través de sus obras lo que considera una política de refugiados desastrosa. Un equipo de DW lo acompañó durante más de un año.
Una balsa hinchable a la deriva en el Egeo entre Turquía y Grecia. A bordo Ai Weiwei en cuclillas, que no sabe nadar. ¿Se trata de una performance? Ai Weiwei afirma que todos somos refugiados. El artista demuestra su solidaridad viajando adonde están los refugiados (Grecia, Turquía y Gaza) y grabando un gran documental. En sus últimos trabajos aborda el destino de los refugiados. Botes, ropa y chalecos salvavidas abandonados en las playas de Europa se convierten en memoriales en museos y en plazas públicas. El tema de la huida y el exilio lo ha acompañado durante toda su vida desde la infancia. Actualmente está escribiendo sus memorias, que se publicarán en 20 idiomas. Su padre, el famoso poeta Ai Qing, cayó en desgracia durante la Revolución Cultural de Mao y Ai Weiwei creció en el destierro. Como profesor visitante del programa Einstein en la Universidad de las Artes de Berlín hace que sus estudiantes traten el tema de los refugiados. Él mismo arriesgó imitando la foto del cadáver de Alan Kurdi, un niño refugiado ahogado en el Egeo. Para muchos esta obra va demasiado lejos: ¿efectismo?, ¿provocación? El arte de Ai Weiwei no conoce límites. El documental muestra la obra del artista, pero también se acerca a su día a día, con su madre en Pekín y su hijo y su pareja en Berlín, retratando momentos jamás filmados antes. Muchos aspectos del artista siguen siendo enigmáticos: ¿Y es que quién es Ai Weiwei?