(Reuters)- Un ex diplomático suizo se dedicó dos décadas en crear una selva tropical en la provincia de Yunnan, al suroeste de China, transformando una plantación de caucho en un paraíso verde con 300 especies de árboles. La aventura comenzó en 2003, cuando Gerard Burgermeister, quien también es biólogo, terminó su mandato en la Embajada de Suiza en China y se fue de Pekín. Comenzó a recolectar y cultivar semillas, plantas de diferentes especies, como selvas tropicales locales, viveros y hogares.