La disputa, la guerra a muerte por el narcotráfico y control territorial, que libran dos peligrosas facciones de las antiguas FARC en el Suroeste de Colombia. Conflicto que agudiza, paradójicamente, cuando el actual gobierno del Presidente Gustavo Petro abandera como política de Estado su plan de “paz total” abierto a todas las agrupaciones criminales.
El epicentro del enfrentamiento es la zona rural del municipio de Puerto Guzmán, en el departamento de Putumayo, donde según reportes oficiales, 18 hombres murieron y sus cuerpos fueron literalmente apilados en una volqueta y tirados uno sobre otro en un cementerio local