La vida de Violeta Mangriñán no está siendo un camino de rosas desde el nacimiento de su primera hija, Gala, el pasado 31 de julio de este mismo año. A los pocos días de nacer la pequeña, Violeta ya sufría las primeras secuelas para su salud. Y es que, además de la falta de sueño y el cansancio habitual en estas situaciones, Violeta aseguraba a sus fans que sentía dolores de cabeza y un dolor muy fuerte en los riñones.