El zasca se ha tenido que escuchar hasta en Ganímedes.
Cierto es que no es descabellada la idea lanzada por la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, de que a Pedro Sánchez se le ponga una moción de censura para evitar o, cuando menos, ralentizar sus dádivas a los golpistas catalanes con esa derogación del delito de sedición.
La parlamentaria naranja dejó bien claro que solo pueden ser Partido Popular o VOX quienes planteen esa medida por ser las únicas fuerzas que cuentan con al menos 35 diputados:
"Esto es tan grave que, en cualquier país del mundo, como mínimo provocaría la presentación de una moción de censura por parte de la oposición. Con esta acción se podría impedir que a Sánchez le salieran los plazos y frenaría la tramitación de esta infamia".
Cuca Gamarra, la portavoz parlamentaria del PP, fue muy explícita a la hora de valorar la petición de Ciudadanos y le recuerda a su presidenta que ella misma, cuando ganó las elecciones en Cataluña tuvo una ocasión de oro para poder poner coto a los independentistas:
"En estos momentos, el PP hace exclusivamente una valoración, que no es otra que se trata de una reforma hecha a la carta para que los fugados de la Justicia española y los inhabilitados puedan presentarse a las elecciones. Nosotros no entramos en considerar otros aspectos. Arrimadas se podría haber quedado en Cataluña, incluso haberse presentado como presidenta de la Generalitat en una investidura".