Se han ido en tropel a Egipto, ansiosos por hacerse notar en la Cumbre del Clima.
Sánchez, que no se corta un pelo, además del Falcón de rigor, movilizó un Airbus pero no ha sido el único en tirar de aeroplano contaminante.
Más de 130 jets de lujo han tomada tierra en el balneario de Sharm el Sheij, a los que hay que sumar los incontables aviones de línea utilizados por los 40.000 delegados invitados al festejo.
Y uno se pregunta si no podían haberlo hecho todo de forma telemática y nos habríamos ahorrado miles de toneladas de CO2. La triste realidad es a muchos ‘activistas’ les importa más figurar que el clima o el medio ambiente.
Choca en la COP27 la ausencia de los jefes de Estado de algunos de los países más contaminantes, como China, India, Rusia o EEUU.
Es evidente que sube la temperatura paulatinamente en el Planeta, pero no tengo claro que parte corresponde al ser humano y cuánto se debe a una evolución natural.
Siempre me ha chocado que el Imperio Romano importara el trigo, con el que horneaban pan gratuito para toda la ciudadanía, del norte de Africa, de lugares como Túnez, Libia o Egipto, que ahora que son unos secarrales y eran desiertos antes de que surgiera el hombre contaminador.
Quizá sublimo mis recuerdos infantiles, pero tengo la impresión de hacía más frío antes, llovía más y proliferaban el triple los insectos y los pájaros, de lo que lo hacen ahora, pero lo que me quita el sueño y se habla poco de ello es de la maldición del plástico.
No es con eso con lo que quiero concluir, sino con un asunto crucial, mucho más acuciante y trascendental que los envases no retornables o la subida del termostato.
En 1975, cuando se murió Franco en una cama del Hospital de La Paz inaugurado por él, España tenía 36 millones de habitantes, más o menos los mismos que Egipto.
En la actualidad, España tiene 47 millones de habitantes y Egipto 105.
Marruecos ha doblado su población en ese mismo periodo de tiempo y Nigeria, la ha multiplicado por cuatro.
En la actualidad hay 215 millones de nigerianos, de los que un cuarto no tiene acceso a agua potable, dos tercios carecen de cuarto de baño y más de la mitad sobrevive en condiciones de extrema pobreza.
En 2050, dentro de nada, Nigeria tendrá más 400 millones de habitantes, casi tantos como toda la Unión Europea junta
¿Imaginan lo que puede ser esa inmensa multitud, mayoritariamente joven y desesperada, intentando llegar a la opulenta y envejecida Europa?
¿Y saben donde aporreará la puerta la mayor parte de esa gente?
Pues en España.
Para andar paseando en Falcón e inventado leyes de género, en lugar de preocuparse por lo importante.