Manolo Vieira es un caso excepcional. El éxito se le apareció casi por casualidad. Que su particular humor había nacido para ser compartido quedó claro cuando su visión de la vida y su personal manera de contar le otorgaron el reconocimiento y el cariño del público desde que se subió por vez primera a un escenario, en 1981.
Su humor, extraído directamente de la vida diaria, es el relato de las cosas curiosas y las situaciones más comunes, las que el público reconoce y las que su incisivo análisis convierte en hilarantes anécdotas.
En 1986 abrió su primer local, donde enseguida alcanzó una gran popularidad, que creció a nivel nacional con un espectáculo en Madrid, durante 18 meses consecutivos de actuación en el Florida. Todo un éxito que lo consolidó profesionalmente.
En la mítica sala Chistera de Las Palmas de Gran Canaria prosiguió una sólida carrera. En la actualidad continúa siendo uno de los espacios de referencia para el humor en vivo en el Archipiélago, donde Manolo Vieira sigue encontrándose con su público más cercano.
Su peculiar ingenio, arraigado y alimentado por su profunda idiosincrasia canaria, le ha convertido en un referente del talento humorístico canario.