Unos 150.000 saharauis viven en los campamentos instalados en Tinduf hace más de 40 años, después de que Marruecos invadiera sus tierras y tuvieran que huir en busca de refugio y paz. Sin agua corriente, como no pueden plantar alimentos ni dar de comer a muchos animales, la ayuda humanitaria es la forma principal para que subsistan.
El calor en octubre supera los 30 grados y las casas apenas tienen un hornillo, unas pocas mesas y alfombras sobre las que duermen. Sencillas televisione