Nos quieren idiotas, nos quieren imbéciles, nos quieren analfabetos. Ese va a ser el principal legado de los socialcomunistas para el gobierno que llegue y tenga que resucitar a España, si es que no está muerta y enterrada. Sólo desde ese punto de vista se entiende el que hayan tenido tanto interés en los últimos cuarenta años, desde los tiempos de José María Maravall, Álvaro Marchesi y Alfredo Pérez Rubalcaba, en controlar la educación y en controlar los medios de comunicación, para que ni uno sólo se saliera del carril.

Un control, el de los medios, que les permite esparcir mentiras como que Giorgia Meloni es de 'ultraderecha'. Medios 'generalistas', no sólo basuras digitales de ultraizquierda sino televisiones y periódicos de papel 'serios' que únicamente pueden sobrevivir ya con los quince o treinta millones de turno de subvención gubernamental porque nuevas plataformas como las nuestras les están superando claramente. Todo un proyecto, el socialcomunista, en aras al control de la población. Menos mal que medios como Periodista Digital explican el programa de la que es ya primera ministra 'in pectore' de Italia, que puede ser cualquier cosa menos fascista.