La probabilidad de que, algún día, un meteorito de gran tamaño acabe impactando contra la Tierra provocando una catástrofe planetaria es alta. Para intentar evitarlo, la NASA va a culminar con su primera misión de defensa planetaria. Se llama DART y se trata de un sonda que, el próximo 26 de septiembre, golpeará un asteroide para alterar su trayectoria.