Un fuerte sismo de 7,6 grados sacudió el lunes varios estados del occidente y centro de México justo después de que varias regiones del país participaran en un simulacro y el mismo día que tembló con fuerza en 1985 y 2017, aunque en esta ocasión el balance fue mucho menos letal.
Horas después del terremoto se habían reportado al menos dos muertos en el estado occidental de Colima. Sí hubo daños estructurales en diversos edificios, incluidos hospitales, en dos estados de la costa del Pacífico que todavía se evaluaban.