Hasta el mes de julio y por el pago de nuestros impuestos, el Estado ha recaudado, con respecto al año pasado en el mismo período, unos 22.000 millones de euros más por medio del IRPF y del IVA debido a la altísima inflación.
Los ingresos tributarios han crecido un 18% este año, según datos de la propia Agencia Tributaria.
A medida que suben los precios, la parte del pago que corresponde al IVA también crece; el aumento en estos meses ha sido de un 17,8%, lo que ha supuesto más de 52.000 millones de euros. Esto ha permitido al Estado recortar el déficit público un 45% en el primer semestre de 2022 respecto al año anterior, dejando un desfase presupuestario del 2,24% del PIB al acabar el mes de junio.
Por otro lado, los impuestos especiales han supuesto un 5,35% más, también impulsados por la inflación, dejando en las arcas públicas casi 12.000 millones de euros.
Todo ello, significa que de enero a julio de 2022 el Estado ha ingresado más de 146.000 millones de euros con los impuestos de los contribuyentes.