Los efectos de la sequía se están haciendo notar en el sector agrícola y energético. Los arroceros de Sevilla ya tuvieron que limitar la siembra al 30% por la falta de agua y ahora dudan sobre si podrán, al menos, "cubrir gastos". En Lleida, las reservas del embalse de Rialb han caído por debajo del 7% y solo almacena 28 hectómetros cúbicos. Un factor que ha obligado a parar totalmente la actividad de la central hidroeléctrica del municipio.