El dato adelantado del IPC a finales de julio de 2022 daba pistas más que suficientes.
El golpetazo a la economía doméstica de los españoles iba a ser de órdago a la grande.
Y por desgracia los malos augurios han quedado confirmados.
Ni más ni menos que un 10,8% es la cifra inflacionista con la que se ha cerrado el séptimo mes del año.
Un atraco a mano armada al bolsillo de los sufridos ciudadanos y que demuestra que las políticas de Sánchez son un fracaso absoluto.
Lo peor de todo es que no se ve la luz al final del túnel.
Más bien, todo lo contrario, pues ya se imagina un escenario en el que el IPC sobrepase el 11%.
Por lo pronto, el IPC de julio de este año es el más elevado desde enero de 1993. Nada más y nada menos que 35 años han pasado para estar como en los peores tiempos del felipismo.
Y, durante la segunda legislatura de Zapatero, la confianza de los españoles en su gestión económica se desplomó por completo.
Los ciudadanos perciben hoy las mismas sensaciones con Sánchez, pero con el agravante de que la cosa puede ir a peor.
Y es que con 'Falconetti' no hacemos otra cosa que vivir en bucle una película de terror.
Porque ya da pavor encender el aire acondicionado, repostar gasolina, poner la lavadora o sacar la cartera para pagar la compra del supermercado.