El Ministerio de Igualdad le ha pagado 12.000 euros a la asociación feminista Hibridas por un informe, que reclama una «reparación económica» para las altos cargos que sufren «violencia política».
La propia Irene Montero lleva tiempo diciendo ser víctima de ‘violencia política’, a través de comentarios en redes sociales y de artículos de medios de comunicación.
En marzo de 2021, aseguró que el diputado del PP Diego Movellán había cometido «violencia política contra las mujeres» por decirle a la vicepresidenta Yolanda Díaz, que en Podemos «las mujeres sólo suben en el escalafón si se agarran bien fuerte a una coleta», en referencia a Pablo Iglesias.
Para violencia la que sufrieron Rosa Díez, Soraya Sáenz de Santamaría o Cristina Cifuentes, a quienes las hordas de Podemos aplicaron brutales dosis de «jarabe democrático».
Por no mencionar el escrache que le hicieron a Begoña Villacís estando la vicealcaldesa de Madrid embarazada de nueve meses. Ataque que no mereció ninguna disculpa por parte de la ministra de Igualdad y consorte de Pablo Iglesias.
¿Cuánto dinero merecen estas mujeres a las que se las acosó violentamente por motivos políticos? No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que Montero tiene la piel muy fina y la cara muy dura.