Lo del 'duopolio televisivo' en España es recurrente y con motivo. No es un problema sólo de audiencias: Mediaset y Atresmedia, dueñas respectivamente de Telecinco Y Antena 3, controlan en España el 85% de la publicidad.
Y hacen sentir su poder, como Víctor Sánchez del Real (VOX) hace patente en este video.
No es el único. El pasado 12 de marzo de 2022, durante la segunda jornada del mal llamado Debate sobre el Estado de la nación, el propio Santiago Abascal citó a los dos gigantes televisivos como algunos de los posibles ‘señores con puros’ a los que se había referido el socialista Pedro Sánchez:
«De verdad, ¿quiénes son? Quizá el duopolio televisivo que ha regado con subvenciones, la patronal que acude rauda a su rescate… Señores con puros decía, ¿es Felipe González?, ¿es Indra?»
Víctor Sánchez del Real, periodista de formación y diputado de VOX por Badajoz, hizo mucho hincapié en el duopolio cuando el Congreso aprobó la nueva Ley Audiovisual . De no sacarla adelante, el Gobierno Sánchez se enfrentaba a posibles sanciones de Bruselas o al bloqueo de la financiación que obtiene a través de los fondos europeos.
La abstención del PP permitió que la norma saliera adelante ante la negativa de los socios habituales a aprobar un texto que consideran perjudicial para los productores independientes y que beneficia al duopolio Atresmedia-Mediaset.
La nueva Ley Audiovisual tiene tres implicaciones fundamentales: define el peso que tendrá el dupolio Atresmedia-Mediaset, ya de por sí hegemónico en el sector, frente a las productoras independientes más pequeñas; la cesión a los separatistas con las lenguas cooficiales; y, por último, el perjuicio a la industria de bebidas alcohólicas.
Con esta norma, a la que plegó el PP, el socialista Sánchez abre la puerta a que los gigantes audiovisuales puedan quedarse con toda la tarta ya que no les exige contratar con productoras independientes, como se planeó en un principio. De esta forma, se favorece a Atresmedia o Mediaset frente a productoras más modestas que en muchos casos se verán forzadas al cierre.
La polémica entre PSOE y sus socios venía por un cambio en una enmienda. Los socialistas modificaron la definición de "productor independiente" en la norma. Un cambio ligero, una sola palabra, pero que modificaba todo el sentido. Así, donde ponía "a cambio de una contraprestación los pone a disposición de un prestador de servicio", pasó a ser "de dicho prestador". Esto abría la puerta a un concepto más ambiguo como denuncia el sector.