Los socialistas nos están conduciendo a una catástrofe económica y política sin precedentes, pero son unos cachondos.

El Gobierno PSOE-Podemos es una máquina de gestionar, a base de chistes, la penosa situación en la que han metido a España.

¿O acaso no tiene gracia que Sánchez y sus subalternos digan que los corruptos Chaves y Griñán no se han lucrado con el caso ERE, el atraco del siglo?

¿Qué decir de la "excepción ibérica”? Ahí, la gracia consiste en llevárselo crudo con los impuestos mientras se despliegan argucias para culpar a las compañías.

Y lo del ‘apagón’. 'Su Sanchidad', a bordo del Falcon oficial camino de su palacio de vacaciones, se carcajea de su última ocurrencia, que consiste en fastidiar a comercios, bares y restaurantes y empresas en general imponiéndoles un control soviético de luces, puertas, temperaturas y termostatos.

Sánchez es un monstruo del humor. Hay que ser un genio para hacer lo que está haciendo Sánchez en España sin provocar un estallido social y seguir pensando, como hace él, que va a ganar las próximas elecciones.