Después de haber llegado a un acuerdo para la exportación del grano entre Rusia y Ucrania, bajo la mediación del secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, desde el Kremlin vuelven a faltar a su palabra y reconocen que atacaron al puerto de Odesa para destruir “objetivos militares”.
Los bombardeos al puerto de Odesa dan una patada en la mesa a la negociación. En principio, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, había afirmado que desde Moscú le informaron que no habían sido responsables del ataque.
La versión duró poco, porque las mismas autoridades rusas afirmaron que si atacaron pero con la intención de destruir objetivos militares.