La cruda realidad, al margen de su enorme ambición y escasa moralidad, es que Pedro Sánchez no tiene banquillo. Ni en el partido ni en el Gobierno. Su capital humano carece de competencia y de talento.
Pero ahí sigue, pataleando para no ahogarse y viendo como Feijóo le adelanta en las encuestas sin despeinarse.
Desde el punto de vista del líder socialista, la designación de María Jesús Montero, ministra de Hacienda desde hace cuatro años y una de las pocas supervivientes de los 'primeros tiempos', como 'número dos' del PSOE es un paso adelante en relación con Adriana Lastra, cuya trayectoria ha sido lamentable, pero la recién nombrada es una estafa.
No sólo porque procede de ese socialismo andaluz que hizo del latrocinio de los EREs su seña de identidad, sino porque no ha sido capaz de hacer otra cosa, como ministra, que subirnos los impuestos.
Y mentir al respecto, como deja patente Ivan Espinosa de los Monteros (VOX), en esta soberbia intervención parlamentaria.