(Reuters)- Al cumplirse un año de las protestas que parecian ser el punto para el cambio político en Cuba, las autoridades sentenciaron a cientos de personas a prisión por cargos que iban desde desórdenes públicos hasta sedición, lo que llevó a los activistas a denunciar violaciones de derechos. Otros disidentes, al ver desvanecerse el optimismo, huyeron de la isla o dicen que los han presionado para que se vayan.