Los pacientes de ELA que reciben una atención multidisciplinar aumentan su supervivencia. Así lo aseguran los expertos en el Día Mundial de la ELA. Esta enfermedad neurodegenerativa, que no tiene cura, afecta mucho a la calidad de vida de las personas que la padecen, por lo que es clave poder controlar los síntomas desde diversas áreas.
Actualmente están en marcha más de 6 ensayos clínicos en el Hospital de Bellvitge para probar nuevas moléculas.
La ELA es todavía una enfermedad desconocida para la población, por lo que es importante su visualización para lograr un diagnóstico precoz. Es fundamental, según los expertos, adaptar la medicación ante los primeros signos de disfagia. La atención del farmacéutico tiene especial relevancia.
La familia es, junto con el paciente, quién más sufre las secuelas de la enfermedad. Para las personas que la padecen el apoyo familiar es vital.
Los estudios genéticos y las secuencias masivas del genoma están dando a conocer posibles genes que podrían estar relacionados con la enfermedad, lo que abre la esperanza a nuevos tratamientos. El futuro es prometedor.