En el Ejército ucraniano sobran voluntarios muy motivados para ir al frente -la espera para combatir es de semanas- pero faltan armas pesadas para detener el rodillo artillero de Rusia en el Donbás.
Una treintena de voluntarios entrena en las afueras de Kiev -cuya localización exacta no se permite revelar- para entrar en combate, empujados por el deseo de defender Ucrania ante la invasión rusa.