Su salto es apenas es perceptible para el ojo humano, las salamandras errantes (Aneides vagrans) que habitan en bosques de California y en partes de Canadá son unas supervivientes natas. Ante el peligro, saltan. Pero no saltan desde poca altura, lo hacen desde los árboles más altos de los bosques que habitan. Y en su salto no se matan porque son capaces de frenar la caída adoptando posturas parecidas a las que adoptan los paracaidistas humanos en el aire.