Aumenta a 93 el número de muertes por las intensas precipitaciones en la región brasileña de Recife, capital del estado de Pernambuco, con numerosas víctimas por los deslizamientos de tierra. El mandatario Jair Bolsonaro culpabiliza a las autoridades locales de los múltiples daños, a pesar de que el gobierno recortó el presupuesto para la gestión de riesgos. teleSUR