La migración venezolana tiene varios efectos colaterales importantes, uno de ellos son los niños que crecen sin sus padres. Muchas de las personas que han salido de Venezuela en busca de una mejor calidad de vida, dejan atrás a sus hijos, en manos de los abuelos, tíos u otros parientes.
Esto está creando un efecto en los niños, quienes han sufrido cambios de conducta muy agudos y han bajado el rendimiento escolar.Al menos 839.059 menores de edad quedaron en manos de abuelos y otros familiares desde el 2020 porque sus progenitores se fueron del país, de acuerdo con datos de Cecodap.